LA TUMBA DE MARIA MAGDALENA
LA TUMBA DE MARIA MAGDALENA EN FRANCIA
8 Enero 2014 · Imprimir este artículo
En Pontills, situado entre las poblaciones francesas de Serres y Arques, hace tiempo que se ven los restos de una tumba. Esta se dio a conocer cuando Jean Pellet muestra al escritor Gérard de Séde la misma, y es entonces cuando se dan cuenta de que es prácticamente idéntica a la que se puede contemplar en el cuadro “Los pastores en la arcadia” del pintor flamenco Nicolás Poussin.
La tumba se dio a conocer en la obra “El enigma sagrado” de Lincoln, Baigent y Leight como aquella que encerraba un misterio, el lugar donde estaba enterrada María Magdalena, basándose en unos datos polémicos que relacionaban a Poussin como maestre del supuesto Priorato de Sión. Lo cierto es que en uno de los autorretratos de Poussin puede observarse que éste porta en su dedo un anillo masónico, pero poco más.
Los detractores de esta teoría achacan que la tumba es de manufactura moderna, ya que la familia Galibert fue su propietaria.
En 1880 Louis Galibert adquiere la propiedad conocida como “Le moulin des Pontils” (el molino de los Pontiles) en la que estaba comprendido el paraje en que se levantaba la tumba. Las razones del Sr. Galibert eran de lo más prosaicas. Aprovechó el antiguo molino para construir una fábrica de entorchados para uso de los sastres militares. La corriente de agua que antes movía las ruedas se empleó para producir energía eléctrica para su uso industrial.
El Sr. Galibert se trasladó a sus nuevas posesiones con su esposa Elisabeth. Y en 1903 el albañil Bourrel de Rennes-les-Bains recibe el encargo de construir una tumba en la propiedad du moulin des Pontils, en la que es sepultada Elisabeth Galibert. Se asume por parte de los detractores de la tumba de Pontils que hablamos de la misma localización.
En 1921 la familia Galibert se traslada a Limoux y quiere vender la propiedad, pero antes adquiere la parcela nº 647 en el cementerio de la localidad y el 12 de diciembre de 1921 hace construir una tumba reaprovechando los materiales del sepulcro de Pontils. Allí trasladaron los restos mortales de Elisabeth Galibert.
El molino y los terrenos adyacentes fueron adquiridos por Emily Rivarès y su hijo, Louis Bertram Lawrence. Su madre y abuela Marie Rivarès fallecieron en 1922 y fueron sepultadas y embalsamadas en el molino de Pontils.
Se dice que en 1931 murió también Emily Rivarès y fue enterrada junto con los cuerpos momificados de dos gatos. En 1933 Louis Lawrence quiso construir un monumento digno de la memoria de ambas mujeres y ordenó alzar el sepulcro para que se viera desde la carretera. Louis Lawrence falleció en julio de 1954.
En 1988 el propietario del molino, después de la publicación de “El enigma sagrado” decidió demoler la tumba mediante explosivos. Hoy en día del antiguo sepulcro sólo queda la parte inferior, en la que no puede verse nada en su interior. Hay algunos orificios que permiten contemplar su contenido. La tumba ya no puede observarse desde la carretera. Pero lo extraño de este asunto es que en su interior no aparecen los restos de la familia Rivarès ni momias de gatos, tal sólo lo que queda de dos féretros de madera, una de cuyas asas fue localizada por el que esto suscribe y en la que podía apreciarse el símbolo masónico del Tempus Fugit, es decir, dos alas de pelícano junto a un reloj de arena, tres columnas, y la llama flamígera.
Para embrollar más el asunto, en el diccionario topográfico de la región del Aude de Sabarthés, del año 1912, puede leerse lo siguiente:
“Pontils (Les), ham. et m’” sur le Rialsesse , c°’ de Peyrolles. — Aux Pontih. un mollin à bled situé sur la rivière, lequel appartient à M le duc de Joyeusse 1594 (arch. Aude, C, rech. dioc. Alet, f. 3o). — Al’O. du hameau, le cadastre (sect. B) indique un cimetière”.
Es decir, en ese mismo punto geográfico se conoce un cementerio desde el 1594.
Aparte de este dato, el documento Delmas, o mejor dicho el manuscrito “Antiquités des Bains de Monferrand” se encuentra en la Biblioteca Nacional de Francia, y menciona la existencia de estos túmulos funerarios en Pontils, presumibles tumbas romanas atribuidas a Pompeius Quartus, según Delmas. Hay varias copias del manuscrito de Delmas: una en el BNF Richelieu, y una segunda en los Archivos Nacionales. A mediados del siglo XVIII, el manuscrito original del abate Delmas llegó a los archivos de Vic y Vaissette. Estos le hicieron una copia manuscrita.
La original la encontramos en el BNF, Volumen XII de la colección de Languedoc - benedictinos. Desde 1759 circula la copia manuscrita de los benedictinos y que es la que puede leerse por Internet. Este texto es el que hacía circular Piérre Plantard en su supuesto Priorato de Sión y donde se menciona la tumba de Pompeius Quartus. Como todo lo que venga de Plantard ya sabemos que es un camelo, de ahí que muchos no acaben de creer que el manuscrito de Delmas sea fidedigno. Pero por lo visto sí lo es. Me imagino que, como siempre, Plantard usó la historia a su antojo.
Teniendo en consideración que Delmas arguye que en la zona de Rennes-le-Bains, y mediante una triangulación geográfica, hay unas tumbas del siglo I (o anteriores) que coinciden con las de Pontils, todo apunta a que la tumba que resta bien pudo pertenecer a alguien de la época. ¿María Magdalena? No se sabe, pero conociendo las leyendas provenzales que hablan de la llegada de María Magdalena a estas tierras, la polémica está servida.
Hay una ruta a la supuesta tumba de María Magdalena que presido como guía. Más información y reservas: http://www.planetainsolito.es/ruta-el-linaje-prohibido/
Convertir este artículo en PDF
Artículos relacionados
A découvrir aussi
- The Resonance Project - Traduction Française
- DIX découvertes de 2014 qui suggèrent il est vrai de vieux mythes et légendes voir aussi sur le blog "Homme papillon"
- Dossier exclusif- Fatima "quatrième secret"