Helena Petrovna Blavatsky, una de las psíquicas más importantes de todos los tiempos.
Madame Blavatsky, fue cofundadora en 1875 junto con el Coronel H S Olcott, de la Sociedad Teosófica, con sede en Adyar, en el estado hindú de Madras. A través de la aplicación de una ley inmutable, el espíritu descendería dentro de la materia, y esta a su vez ascendería a través del espíritu en un proceso evolutivo de retorno. Supuso la introducción y conceptualización occidentalizada de la sabiduría intuitiva de la India, desafiando las convenciones sociales tanto como las ortodoxias intelectuales, llegando a influir en los artistas y científicos de la época. De hecho, se sabe que Einstein tenía una copia de La Doctrina Secreta -su monumental obra- en su escritorio.
Helena Petrovna Blavatsky (1831-1891) y su obra atrajeron la atención y la controversia porque atribuía la fuente de su información a los Mahatmas o Maestros. Ella decía haber estudiado con Mahatma Morya, a quien denominaba el Hindú, así como también con Mahatma Koot Hoomi, en el Tíbet, y después describió la experiencia de un cambio psicofisiológico de enalmamiento, mediante el cual empezó a recordar la vida, la ciencia y la lengua del Hindú, incluso cuando él ya no estaba presente.
Además, sus propios capacidades mentales llamaban la atención. Sabía cómo manifestar fenómenos a través del poder de su voluntad, lo que le condujo a desacreditar el espiritismo que había cobrado popularidad durante la década de 1870, especialmente en América. Otros a la vez rechazaron sus escritos llamándola plagiadora e impostora y tachándola de charlatana
Cuando paseaba con su padre por Londres en 1851, en su 20 aniversario, vio por primera vez a M, su Maestro Espiritual, un rajput alto y noble al que reconoció como el protector de sus visiones y sueños de infancia. Él le habló de un trabajo futuro que realizaría bajo su dirección después de prepararse en oriente. Hay evidencias más tarde de sus estancias en India, Tíbet y Cachemira hacia 1867, donde estaría con Mahatma Koot Hoomi y Morya -este último, aunque no vivía allí iba continuamente. Estos dos Maestros, como explicó después, raramente aparecían en el mundo abiertamente, pero podían proyectar su forma en cualquier lugar.
Cuenta Mario Rosso de Luna en su libro Helena Petrovna Blavatsky: a propósito de la vivísima curiosidad que le acometió de ver el retrato de un antepasado de la familia, que estaba en el castillo de Saratov, donde vivía su abuelo, tapado con una cortinilla. Pendía de la pared a mucha altura del suelo en un aposento de elevado techo, y la señorita Hahn era entonces un renacuajo, aunque muy resuelta cuando se le asentaba un propósito entre ceja y ceja. Le habían negado permiso para ver el cuadro, por lo que esperó la ocasión de quedarse sola para realizar su deseo. Arrimó una mesa a la pared; puso encima otra mesa más pequeña, y por remate una silla. encaramándose después poco a poco a tan inestable edificio. Desde aquella ventajosa posición pudo alcanzar el cuadro, y apoyándose con una mano contra la polvorienta pared, descorrió con la otra la cortina. Sobresaltándose al ver el cuadro, y con el movimiento que hizo se derrumbó la deleznable tarima. Ni la mismísima señorita Hahn se dio cuenta de lo ocurrido.
Perdió el conocimiento al tambalear y caer, y al recobrarlo se halló tendida en el suelo sin daño alguno, las mesas y la silla en el mismo sitio de donde ella las había sacado, y corrida de nuevo la cortinilla del cuadro. Hubiera creído que todo era un sueño, a no ser porque en la pared, junto al cuadro, quedaba impresa en el polvo la huella de su manita. También parece que en otra ocasión, cuando tenía catorce años salvó la vida en singulares circunstancias. El caballo que montaba la lanzó de la silla y al caer se le enredó el pie en el estribo. Según dijo, debió haber muerto antes de que pudieran detener al caballo, a no ser por una extraña forma que distintamente notó en su rededor y parecía sostenerla en el aire a despecho de la gravedad.
A partir de ese momento se convirtió en fiel discípula de su Maestro. Bajo Su guía aprendió a controlar las fuerzas a las cuales se encontraba sometida en razón de su excepcional naturaleza. Esta conducción la llevó a través de experiencias de extraordinaria variedad dentro de los dominios de la magia y del ocultismo. Aprendió a recibir mensajes de sus Maestros y a transmitirlos a sus destinatarios, eludiendo todo peligro y la incomprensión con que se encontró en su camino.
Seguir el rastro de sus peregrinajes durante el período de su aprendizaje, es verla a trabajando a través de todo el mundo. Parte de este tiempo lo pasó en las regiones del Himalaya, estudiando en monasterios en los cuales se habían preservado las enseñanzas de algunos de los más eruditos y espirituales Maestros de los tiempos pasados. Estudió la Vida y las Leyes de los mundos internos y las reglas que deben cumplirse para ganar el acceso a los mismos. Como testimonio de esta etapa de su entrenamiento esotérico, nos ha dejado una exquisita versión de axiomas espirituales en su libro La Voz del Silencio.
La casa de Koot Hoomi -retomando los primeros pasos de su formación- era un gran edificio de madera al estilo chino, en forma de pagoda, entre un lago y una bella montaña, según describía en una de sus cartas posteriores. Mucho de su tiempo allí lo invirtió aprendiendo inglés y Senzar, una lengua sacerdotal secreta, la lengua misteriosa de los adeptos iniciados de todo el mundo, pues Helena, que hablaba un francés fluido, sólo había aprendido un inglés conversacional muy limitado. Sin embargo, esto sería parte del gran trabajo de su vida, reproducir las sutilezas orientales de la filosofía esotérica y metafísica en inglés.
Sus viajes se sucedieron entre los 20 y los 40 años, incluyendo visitas a América, Canadá, Sudamérica, Ladakh, Tíbet, Birmania y, vía Java, Europa, estando en Francia y Alemania, para luego regresar a Rusia. Mientras tanto entró en contacto con el espiritismo y aprendió a controlar su maravilloso poder para producir fenómenos a voluntad,diversas empresas comerciales -llevando un negocio de maderas finas, e igualmente de directora de una fábrica de flores artificiales…. En el Tíbet aprendió, según nos dicen, a manipular las fuerzas ocultas. En el Cairo, en 1871 hizo un intento frustrado para fundar una sociedad espiritual en base a la fenomenología paranormal. En 1873 vivió con su hermano en París, pintando y escribiendo, dado que además de sus otras habilidades, era una artista consumada y una maravillosa caricaturista.
Helena Petrovna Blavatsky estableció que siete serían las razas que habitarían el planeta Tierra
La Primera raza sólo se movia a nivel astral.
La segunda raza o Hiperbórea.- Habitó en el Norte de Asía y Artíco, estuvo muy vinculada a lo etéreo.
La tercera raza o Lemuria.- La civilización MU se desarrolló en un continente en el Pacífico Sur
La cuarta raza Los Atlantes.- Fueron los primeros que tuvieron división por sexos, se les conocia por los altos.
La quinta raza somos nosotros el hombre.
Las otras dos razas estan por venir.
Se dividian en varias subrazas, la dominante eran Los Toltecas que trás la destrucción del continente en el 10.000 se asentaron en America dando lucar a las culturas Pre colombinas. Tambien en Egipto donde construyeron las pirámides hace 11.000 años.
Los atlantes tuvieron una tecnología basada en los cristales como elemnto productor de energia y almacenamiento de información. Esto les permitió tener barcos, aviones y submarinos y pistolars laser.
Estos guerreros llamados: Atlantes, pertenecieron a la raza de los Toltecas, ubicados en México, estas esculturas de casi 5 metros, portan una extraña arma, que indica ser una pistola laser, aunque algunos arqueologos han mencionado que es un arma comun, pero las civizaciones anteriores y posteriores utilizaron flechas y macanas como armas de guerra, nada similar a lo que portan los Atlantes de Tula
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Historia de la Atlántida
Una civilización que dispone de conocimientos muy avanzados vivía en esta isla. Según Platón, la Atlántida tenia muchos recursos naturales, entre cuales se encontraba un metal misterioso, el oricalco. Pero los ocupantes se hicieron cada vez más corruptos. Establecieron por la fuerza colonias en los dos lados de su isla, conquistando una parte de África hasta Egipto, y de Europa hasta Italia. Atenas fue el único estado capaz de oponerse a su expansión. La Atlántida, así como el ejército de Atenas, fueron engullidos en un inmenso maremoto asociado con terremotos, en un día y una noche. Platón no le da explicación geológica a esta catástrofe.
Durante los tiempos modernos, numerosas investigaciones fueron llevadas para intentar localizar esta isla. Pero los científicos e historiadores no lograron ponerse de acuerdo. Varios lugares fueron evocados: por Chipre, en América latina, en el Océano Indio, en Antártica, más allá de Irlanda, en el Mar del Norte, en el Atlántico.
El psiquiatra Edgar Cayce (1877-1945), defensor convencido de esta leyenda, localizaba la Atlántida cerca de la isla de Bikini, en las Bermudas. Pensaba que la civilización que vivía en esta isla disponía de tecnologías muy avanzadas. Hubieran desarrollado potentes “cristales de fuego” a partir de los que obtenían energía. Una perdida de control de estos cristales hubiera generado un desastre entrenando la desaparición de la isla y de su civilización. Cayce profetizaba que elementos de la Atlántida debían aparecer de nuevo entre 1968 y 1969.
La famosa ruta de Bimini fue descubierta por buceadores en 1968. En las aguas poco profundas por Bikini, grandes rocas talladas y posicionadas precisamente para representar formas extrañas. Lo que se parece a una antigua carretera fue puesto al día. Ciertos investigadores asociaron estos elementos con la Atlántida..
La carretera de Bimini, varios metros abajo del agua
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Queda la curiosa historia del oricalco, metal desconocido que hizo la riqueza de los leyendarios habitantes de la Atlántida, así como el estaño hizo la de los fenicios. Tal vez se trataba de cobre o de una aleación parecida con la del bronce necesitando estaño. Ciertos hablaron del aluminio que fue descubierto de nuevo en el siglo XIX de la era cristiana. Una curiosa leyenda existe tratando de un metal desconocido cuyo último propietario del secreto de fabricación fue asesinado por orden de Nerón, que temía que el oro y los metales corrientes fueran devaluados y su poder puesto en competitividad..
Buceador delante de las piedras de Bimini
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¿La Atlántida, causa de desapariciones de aviones y buques?
Se dice que hay un vínculo entre las desapariciones repetidas de buques y aviones en el área del Triangulo de las Bermudas y la misteriosa ciudad de la Atlántida posiblemente engullida en aquella misma área.
Ya no se cuentan las hipótesis y leyendas. Pero la mas conocida, es la que concierne este famoso “cristal de fuego”, revelado por Edgar Cayce, que estaría siguiendo activo en las profundidades del océano. Un campo de energía todavía estaría irradiando a partir de estos cristales lo que podría entrenar la desaparición de buques y aviones.